Ayer se confirmó de forma oficial la marcha de Arda Turan del Atleti al Barcelona. Era una realidad a voces que muchos no queríamos creer. Se nos va un genio que nos ha dado momentos de fútbol mágicos. Se nos va un hombre que junto con su barba y su eterna sonrisa, era el jugador con el que la grada se identificaba.
Nunca le quedarán bien otros colores que no sean el rojo y el blanco. Su espíritu libre y guerrero eran Atleti puro, pero a veces otras cosas mandan en el fútbol. Es una pena que un jugador así prefiera marcharse que estar en un equipo que le idolatraba, pero Arda Turan es muy suyo y muy libre, no hay contratos que le aten y jugar junto a uno de sus ídolos Iniesta, o gente como Messi y Luis Suárez seducen a cualquiera.
Otro verano, otro bofetón en la cara, duele que jugadores así te rechacen después de lo vivido, pero esto no tiene memoria y pronto veremos a Arda Turan en el Calderón, con otra camiseta, con otros compañeros y con su magia, que para nosotros ya no serán nada más que trucos.
En dos días arrancamos la pretemporada, otros vendrán y otros se irán pero como siempre el Atleti sigue, y la afición fiel es la que siempre se queda recibiendo caricias o bofetones en la cara, pero fieles a un sentimiento, que aunque nos empeñemos muchos de los que pisan el césped no acaban de llevarlo dentro.
Esto es así, esto es el fútbol señores, dinero que va y que viene, jugadores que coleccionan camisetas, coches, contratos, decepciones y alegrías, pero la vida sigue y como no el Atleti también.