El Atleti flamante campeón de la Copa del Rey, celebra por todo lo alto, uno de los títulos que mejor sabor de boca han dejado a la afición.
En tres años, el Atleti ha ganado 5 títulos, que se dice pronto, pero éste, y no por ser el último ha sido uno de los más valorados y sentidos por la afición. Mucho tiene que ver que se le haya ganado al Real Madrid, y en el Santiago Bernabéu, y también importante el desquite que supone conseguir esta victoria tras 14 años sin ganar al eterno rival.
Los recuerdos de un partido maravilloso se repiten una y otra vez en la memoria, los once gladiadores que saltaron al campo, ganaron la Copa dejándose todo en cada centímetro del campo, en cada jugada, en cada balón.
Simeone ha hecho posible todo esto, ha preparado esta final con mucho mimo, sabiendo lo que había en juego, y lo importante que era ganar esta Final. El argentino es uno más en el vestuario, pero lleva dentro los colores rojiblancos, y este sentimiento se lo ha ido metiendo en vena a cada uno de sus jugadores.
Él y el Atleti lo merecían, pero este hombre ha hecho posible que se hiciera por fin realidad.
El Real Madrid, no era consciente de esto, y fue Campeón antes de jugar, y eso le pasó factura. Una grada entregada a la causa rojiblanca no paró de creer, de empujar, de animar a los suyos, haciéndoles sentir como en casa.
Los jugadores devolvieron el cariño a la afición, entregándose y levantando esa Copa, tanto para la afición como para ellos, esto era un hito, una oportunidad de entrar en la historia del Atleti. Estos jugadores serán recordados para siempre, porque salieron al Santiago Bernabéu creyendo en el Atleti, creyendo en ellos, y decididos a conseguir una victoria que tenía que llegar sí o sí.