Empate a dos entre el Atleti y el Real Madrid, los de Simeone pudieron llevarse la victoria, pero no se puede luchar contra «los elementos»
Tal y como dijimos en la previa la clave era la intensidad, y así fue, los once del Cholo fueron intensos muy intensos, todo lo contrario a la eliminatoria copera ante el Real Madrid. El Atleti ayer se plantó en el campo para crearle batalla al mejor Madrid. Lamentablemente los blancos volvieron a adelantarse en los primeros minutos, algo que ya se está convirtiendo en una mala costumbre.
Es difícil afrontar un derbi, empezando con el marcador en contra, aún así el Atleti siguió luchando, porque creían en la victoria, por momento el Madrid se sentía acosado por la presión rojiblanca, hasta que en una gran jugada de Arda, asistía a Koke para que éste anotara el empate.
Impresionante Tifo del Atleti Real Madrid
Locura en el Vicente Calderón, se conseguía lo más complicado empatar. El Atleti siguió como un martillo pilón, los minutos finales de la primera parte fueron de acoso y derribo, hasta que segundos antes de irse al descanso Gabi se saca un zapatazo desde 33 metros que acaba dentro de la portería. La grada se venía abajo en 45 minutos el Atleti le daba la vuelta al marcador.
La segunda mitad no fue muy diferente hasta que al Atleti se le terminó la fuerza. El Madrid empezó a crecer y a castigar el área local. En una jugada desafortunada de Mario Suárez el balón acaba en los pies de Cristiano que ponía el 2-2 definitivo.
Nos faltó contundencia en esa parte final del partido, tuvimos los tres puntos en la mano, y en el silbato del árbitro, se que unió a la fiesta no señalando un penalti que todavía nadie se explica como no pitó de Sergio Ramos a Diego Costa, todavía estamos esperando una amarilla a Xabi Alonso, que tiene barra libre de patadas, y más flagrante aún la amarilla que ve Diego Costa presuntamente por tirarse, y que costó la expulsión del Mono Burgos.
Lamentable, la actuación del árbitro y lamentable Ancelotti acusando al Atleti de juego violento. Váyase a paseo Carleto!
