El Atleti volvió a entregar el Derbi, esta vez en el Calderón, los goles de Di María y Juanfran en propia meta, hacen que la historia se repita una vez más.
El Atleti y los Derbis, la historia de siempre, pasan los años, los jugadores, los entrenadores y el misterio de los Derbis permanece intacto.
El Real Madrid puso de inicio un once de circunstancias, pensando en la vuelta de Champions, pero eso no varió el resultado. Comentar que el once de suplentes del Madrid ayer, dobla o triplica en presupuesto al titular del Atleti.
Pero una cosa que no entiende de dinero y de presupuestos, es la intensidad, y esa por una cosa o por otra nos falta a la hora de encarar este partido.
Simeone para variar cambió de planes, metió en el once a Raúl García, que no tiene la culpa de la derrota, pero ya es un síntoma que muestra que el mister no confía en su plan A, y cuando eso ocurre es que hay un complejo de inferioridad que ya salta a primera vista. Esto es lo que nos ocurre y no otra cosa.
Lo del Derbi… ha sido el peor en años, nada de juego, nada de emoción, apático, feo, antiestético vamos todo lo que no se debe ver en un Derbi se vio ayer.
Al final lo de siempre a pesar de adelantarse el Atleti con un gol de Falcao al poco de empezar, la inercia hizo el trabajo, un gol en propia puerta de Juanfran daba el empate al Real Madrid, casi sin querer.
Es el típico ejemplo de goles que en este caso sí hacen honor a la tradición en los Derbis, nunca faltan los errores infantiles, los goles tontos de la jornada, pura tradición vamos.
El Atleti, sin bandas, sin profundidad, regaló una primera parte de relax a Essien y Nacho, la defensa del Madrid era de traca, y a poco que les apretaban veíamos a Albiol y Carvalho quedando en evidencia. Pero es lo que había eso y poco más, pero no llegamos, no apretamos, no forzamos, y así no se gana ni al Real Madrid con suplentes, ni al Castilla ni a los que juegan el Torneo de fútbol 7 de Brunete.
Seguimos apelando a la épica sin épica, al corazón sin sangre, y lo único que encontramos es inercia, ésta marcó el Derbi, el Real Madrid ganó sin buscarlo, prácticamente sin quererlo, pero el 1-2 del marcador está ahí y es una realidad.
La Final de Copa…. es un cambio de ritmo, una ruptura en la rutina, pillaremos a la inercia en fuera de juego? esperemos que sí, porque sino… sabemos lo que toca.