Un solitario gol de Koke le bastó al Atleti para llevar los tres puntos de la Rosaleda ante un Málaga que de nada le sirvió encerrarse atrás.
Schuster lo vio claro, a este Atleti jugándole de tú a tú no hay quién le gane, por eso colocó un autobús de dos pisos en forma de tres centrales y dos laterales, para blindar la portería del Málaga. A punto estuvo de salirle bien la jugada.
El Atleti sudó mucho para llevarse la victoria que por momentos parecía imposible. El partido estaba diseñado para el empate, y casi termina así. El equipo de Simeone no veía claridad entre la poblada defensa malagueña y apenas trenzaba jugadas claras que hicieran creer en la victoria visitante.
La primera parte se evaporó con un cero a cero, Óliver que no saldría en la segunda, sustituido por Adrián, y es que Simeone necesitaba más profundidad por las bandas si queríamos hacer daño al Málaga. Y con Adrián algo se consiguió.
Hasta el 70 no veríamos el único gol en el marcador, fue Koke tras un rechace el que anotó, el tanto, que haría posible la victoria rojiblanca. Cabe destacar la actuación del Cebolla que entraría por Arda, dando un poco más de garra y profundidad aparte de lecciones de como matar un partido.
De diez una vez más la defensa del Atleti ante un equipo que va muy bien por arriba, supo aguantar los minutos finales las embestidas locales que hicieron lo posible por empatar el encuentro.
La nota negativa la tarjeta amarilla que vio Juanfran que le obliga a perderse el duelo más esperado, el de la semana que viene ante el Barcelona, el resto de apercibidos: Koke, Filipe Luis y Arda Turan podrán jugar ese encuentro que se antoja decisivo.
Este Atleti sigue ganando, esta vez sin brillantez, pero lo que importa es que cada partido, lo afronta con la obligación de ganarlo, y esto no es algo que le asuste sino todo lo contrario.