Un Atleti sin alma pierde en casa del Rayo por 2 a 1, más allá del mal resultado, la mala imagen del equipo que no estuvo presente durante los 90 minutos.
Hay muchas formas de ganar, pero también hay muchas de perder, y el Atleti lo ha hecho de la peor manera posible, que es perdiendo por completo la identidad que se había labrado durante toda la temporada.
Este puede ser un mes maldito para el equipo de Simeone si este no reacciona a tiempo. Está más que comprobado que el fondo de armario no existe, y que cuando el Cholo da descanso a los titulares, la merma del equipo es considerable. Aunque tácticas aparte, y es que lo de jugar sistemáticamente fuera de casa con un solo punta, nos mata, y esto parece que no lo ve el argentino. El Atleti rotó en algo más que en jugadores, hubo rotación de actitud.
Antes del partido un jugador del Rayo, comentaba de forma acertadísima, que el Atleti es un grande que corre como un equipo pequeño. Y para mi esa es la clave que nos ha llevado al éxito y que no debemos perder. Es cierto que el Cata no es el defensa que mandaba en el Getafe, y que Raúl García y Adrián son un amago de lo que está siendo Diego Costa. Que sin Arda Turan este equipo no tiene luz en el medio de campo…
Pero es que más allá de eso, sin correr, sin actitud no se le gana ni al último de la tabla. Fuera de casa nos sacan los colores de forma clamorosa, y estamos tirando por tierra lo que ganamos en el Calderón. Creo que titulares y suplentes aparte, lo que hace grande al Atleti es el bloque que trabaja unido. Y contra el Rayo no se trabajó nada, pero ni los que jugaron ni el que mandaba desde el banquillo, que con una mirada triste no reaccionaba al pasar de los minutos.
El Jueves hay Europa League, y el fin de semana volvemos a jugar fuera de casa. Sólo once Diegos Costa levantan esto, no hablo del jugador en sí, sino de su predisposición en el campo, que con sus excesos, tiene también una virtud, y que sea cual sea el rival se deja todo en cada partido. El secreto es ese, y Cholo debe enchufar a sus jugadores desde la caseta, para que salgan a morder como lo han hecho siempre.
No hay secretos en el fútbol, la base de todo es el trabajo, y con este se pueden cubrir las carencias que este equipo tiene y que hasta ahora ha sabido camuflarlas detrás del hambre que tienen sus jugadores.
No hay que encender las alarmas, ni provocar incendios innecesarios, pero hay que reaccionar a tiempo sino queremos echar a perder todo lo conseguido hasta ahora, que es mucho y muy bueno.