Atleti y Real Madrid se enfrentan en el estadio Santiago Bernabéu, para disputarse la Copa del Rey, la fiesta del fútbol español gozará de un Derbi por todo lo alto.
Muchas son las preguntas, las incógnitas, otros dicen saber lo que pasará, a esta hora lo único que sabemos es que hay un título en juego, pero detrás hay algo más que una Final. Para el Atleti es la Final.
Simeone ayer desveló todas sus cartas, sus once naipes encima de la mesa: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Koke, Gabi, Mario, Arda, Diego Costa y Falcao. Esa es nuestra jugada para ganar la partida. Enfrente un rival que conocemos perfectamente, un rival que siempre lleva la mano, que siempre tiene el as en la manga, un rival que «por h o por b», nos acaba desplumando.
Hoy juegan en su mesa, en su tapete verde, pero en la grada todo no será blanco y morado, habrá rojiblancos, muchos rojiblancos, animando, chivando la jugada, jugando su partida. Y en la banda una Copa en juego. Nos gustan las Finales, nos gusta liarla gorda, y hoy es una de esas noches que pueden retumbar en la eternidad.
Los Once del Cholo, pueden pasar a la historia de héroes rojiblancos ganando en tierra infiel, ya lo consiguieron otros, porqué no volver a repetirlo.
Hoy es un día de nervios, de tensión, de apretar los puños, y rechinar los dientes, de ir al Bernabéu con nuestras rayas rojas y blancas, orgullosos, con la cabeza alta, sabemos lo que somos, y de dónde venimos. No entendemos de Specials One, no escuchamos ópera en el estadio, tampoco nos miramos los músculos cuando marcamos goles. Pero generación tras generación conservamos nuestros genes, nuestra identidad se hereda de padres a hijos, el Atleti conserva su esencia, se amplíen o mengüen sus vitrinas.
La suerte está echada, y las espadas en alto, 90 minutos nos separan de la alegría o de la tristeza, pero una cosa es segura, mañana seguiremos siendo del Atleti.