Oblak, ese portero esloveno que llegó en verano con el apellido del portero más caro de la historia de la Liga, no ha tenido el inicio soñado, pero está a tiempo de reivindicar su papel en el Atleti.
En ocasiones en el mundo del fútbol se dan determinadas circunstancias que encadenadas propician historias de futbolistas que por caprichos del destino ven como su presente dorado se vuelve de lo más oscuro.
Este es el caso de Jan Oblak, portero esloveno del Atleti, que vino procedente del Benfica, para tapar el enorme hueco que dejaba Courtois. Si eso ya es una carga pesada, más es que tengas 21 años y se te conozca como el portero más caro de la historia de la Liga.
Pero es que todo empezó mal desde el principio, la culminación del fichaje se hizo esperar, más de lo previsto, el jugador estuvo por Madrid esperando una firma que no llegaba. Una tensa espera de días que le tuvo recluido en un hotel madrileño cuál presidiario a la espera de que alguien le diera la libertad para decir, soy nuevo jugador del Atlético de Madrid.
Una vez ese mal trago superado, llega la lesión de cadera que le impidió hacer una pretemporada con el resto del grupo y que posibilitó que Moyá le ganara el puesto, ya que Simeone tuvo que tirar del que en teoría vino ser segundo portero, porque su teórico titular estaba lesionado y sería imposible que llegara en forma al inicio de Liga.
Duro golpe para un portero joven, que venía como estrella, que tenía que demostrar que lo era y que su precio era justo. Por si fuera poco sale a la luz unas declaraciones del presidente del Benfica Luis Filipe Vieira, en las que aseguraba que el Atleti había intentado devolverle al portero. Nunca sabremos si esto es cierto o no, pero no me quiero imaginar lo que le pasaría por la cabeza a Oblak, decepcionado con su lesión, con su inicio en el equipo y para colmo que su nuevo club le quiera devolver como si de unos pantalones del Zara se tratara.
Me pongo en el pellejo de Oblak y creo que nada ha sido agradable ni fácil desde que llegó al Atleti, como veis una sucesión de acontecimientos que eran peor que el anterior nos trae al día después de su debut en el Vicente Calderón, en el que encaja dos goles, un primero de mala fortuna porque llega desviado a la portería por un jugador y un segundo que es un golazo que se cuela rozando el larguero tras hacer unos efectos extraños antes de llegar a la portería. La suerte es caprichosa y ésta se está cebando con Oblak. Por cierto al final del partido se marcó un paradón que evitó la derrota del Atleti.
Este portero con 17 años llegó al Benfica, pagando ya el equipo portugués 4 millones de Euros. Antes de fichar por el Atleti, existían rumores que el Real Madrid entre otros estaban preguntando insistentemente por él. La última temporada en el Benfica ganó la Liga, la Copa de Portugal y la Copa de la Liga. Sinceramente pienso que hay portero, pero un portero que desde que llegó al Atleti le ha mirado un tuerto, me recuerda a Asenjo, otro gran portero que llegaba al Atleti como guardameta para años y que tampoco tuvo nada de suerte.
Esperemos que no sea otro caso Asenjo, Jan Oblak tiene que empezar de nuevo, volver a sentirse portero y olvidarse de esta segunda mitad de 2014 que le ha dado la espalda. Tiene todo un futuro por delante, debe tener paciencia y aceptar que esta temporada no es la suya, pero que debe ir cogiendo posiciones para demostrar que su sitio está en la portería titular del Atlético de Madrid.
