El Atleti se impuso en Suecia, al ganar por 0-2 al Malmoe. Partido de Champions muy duro y trabajado en el que destacaron Koke y Godín que estuvieron de diez.
Lo de los tres años imbatido en competición europea por parte del Malmoe, no era ni una leyenda ni una casualidad. Ayer noche de Champions League en la que el Atleti tuvo que trabajar a destajo para acabar con la racha del equipo sueco.
Hablamos de que el Malmoe no es un equipo que se pueda comparar con el nivel del Atleti, pero hay que decir que en su casa este equipo se transforma, es muy joven, físicamente son muy fuertes y además el césped no estaba en muy buenas condiciones. Esto hizo que el Atleti se tuviera que emplear muy a fondo para doblegar a un equipo que en su casa es incomodísimo.
Sorprendió el once del Cholo arriba, dejando a Griezmann en el banco y sacando a Raúl García acompañando a Mandzukic. El de ayer era un partido para fajadores y con poderío físico como se pudo comprobar, le salío bien la apuesta a Simeone.
El Atleti empezó muy cómodo, imponiendo su ley, ante un equipo, el sueco que fue de menos a más tanto en dominio como en despliegue físico, parecía que no se le acabarían las pilas nunca.
El Atlético de Madrid pudo abrir la lata en el 29 de la primera mitad, gracias a un jugadón de Juanfran que está enorme, y un gran remate de Koke de tacón que acabó poniendo el primero en el marcador. Koke está descomunal, lleva al Atleti a cuestas, no sólo hay que destacar su calidad sino el trabajo impagable que hace en cada partido, se exprime los 90 minutos.
A partir de aquí y de forma inexplicable el Atleti se echó atrás y el Malmoe le fue ganando terreno a fuerza de físico y presión. Todo parecía que acabaría en empate, el Malmoe las tuvo claras para hacerlo, el poste en una ocasión y Godín en muchas otras echaron al traste las intenciones suecas. Diego Godín demuestra en cada balón su superioridad y lo superclase que es en la zaga. Está insuperable.
El Atleti cerraría el partido en el 79 gracias a un buen gol de Raúl García, el navarro perdonó una clara en la primera parte, pero esta no la dejó escapar.
Tres puntos vitales para colocarnos líderes de un grupo muy disputado. Dependemos de nosotros mismos, pero no será fácil. El próximo partido es crucial, hay que ganar a Olympiacos en casa para certificar la clasificación.