El Atleti empata a cero en Holanda ante el Psv en octavos de Champions, partido de ida.
Sinceramente tengo que decir que el Atleti me ha gustado y mucho, he visto al equipo mucho más combinativo, con toque en medio campo, le he vuelto a ver jugar al fútbol… Pero el gol que no llega.
Los goles son la salsa del fútbol, lo que marca la diferencia, y este Atleti lamentablemente no tiene. Le falta pólvora, eficacia además de generar ocasiones. El Atleti generó un par de ocasiones de gol, muy claras, pero no la transformó y eso se paga.
Se pudo aclarar mucho la eliminatoria ante un Psv que jugó con 10, veinte minutos. El equipo corrió, buscó la victoria, lo intentó una y mil veces pero cuando nos acercamos al área se nos hace de noche, a veces da la sensación que ni entres días meteríamos un gol.
Llegarán, los goles llegarás, pero se hacen esperar más que la lluvia en época de sequía. Este Atleti es un motor diésel que gasta poco y rinde mucho.
A poco que nos entraran los goles dónde estaríamos. Simeone pienso que está desesperado porque esta falta de gol no sólo corroe por dentro a los delanteros, sino que crea un estado de ansiedad a todo el equipo, porque merma mucho el luchar cada partido, el mantener la puerta a cero y ver que ese trabajo no da sus fruto porque el balón no quiere traspasar la línea.
Son rachas, no lo sé, hay un problema de juego, pienso que sí. Este Atleti no tiene al Koke en el estado de forma que nos dio títulos, ni tampoco tiene a un Diego Costa que tenía una ocasión y la clavaba.
Creo que se está juntando un poco todo, y esto que se alarga en el tiempo hace que se cree una crispación complicada de gestionar.
Pero la vida sigue, y aunque no lo veamos claro, este Atleti es segundo en Liga y sigue muy vivo en Champions. Salimos de los meses negros de Simeone, Enero y Febrero, llega Marzo, aviso, el Atleti resucita.